La varita mágica de resolver conflictos (Mayo 2018)

Todos los hermanos se pelean alguna vez, y algunos demasiado a menudo. Esto es lo que les ocurre a nuestras protagonistas del cuento que hemos contado hoy en el grupo de infantil. ¡Y eso que nuestras protagonistas son hadas del bosque! ¡Y tienen poderes con su varita mágica!

Hoy, entre todos, hemos construido nuestra varita mágica para resolver conflictos, y hemos comprobado si funciona siguiendo los tres pasos necesarios para llegar a estrechar nuestras manos y volver a ser

AMIGOS OTRA VEZ.

¡Qué importante es sentirnos seguros para arreglar una pelea con un amigo, una discusión con mamá o un enfado conmigo mismo porque no consigo lo que quiero! Ahora tengo esta varita mágica que me ayudará a lograrlo, solo tengo que mirarla y usarla cuando me sienta triste o enfadado.

                                                                               ¡Así es más fácil!

Dibujando sonrisas, Abriendo corazones

Desde pequeña traje a mis padres por la calle de la amargura con mi falta de apetito y mis manías con las comidas. De adolescente empezaron las digestiones largas, pesadas y con ardores de estómago. Todo eso pasó. Y hoy traigo ese recuerdo a mi vida tras haber digerido una  experiencia  contundente, pesada, dura pero a la vez deliciosa. Como pasa con esos guisos de toda la vida que nos metemos entre pecho y espalda de vez en cuando.

Mi experiencia dibujando sonrisas tuvo lugar este verano en el Hogar Teresa de los Andes de Bolivia. 

Su digestión creo que terminará con este post, el cual lleva dando vueltas dentro mí casi mes y medio. Y tras la digestión, espero que llegue el nutrirme de todo lo vivenciado en esas intensas y emotivas semanas. Vamos a ello…

Mis primeros días en el Hogar anduve a merced del viento, sin vela y sin timón, de un lado para otro en un estado de bloqueo que, para una mente activa, analítica y organizada como la mía me producía sensación de vértigo y mareo. Seguramente la austeridad de las condiciones en las que estábamos y que reinaban a mi alrededor junto con los jugos, sopas y guisos de res también tenían algo que ver con esa indisposición o mal cuerpo. Sigue leyendo

Ellos y mis corcheas

Creo que ya he dicho en alguna ocasión que observar desde la distancia a la gente que tengo a mi alrededor y a la que me voy encontrando por el camino es un pasatiempo que me enriquece y divierte a partes iguales. Y para estas líneas me vienen a la cabeza dos personas muy significativas para  mí.

La primera es un tipo muy cercano, entrañable, con alma de explorador, audaz, soñador y lo mejor de todo, libre de tontunas mentales. Su pasión particular el mar, una tabla y una vela. Sabe exprimir el presente como nadie. Me atrevería a decir que eso de vivir el aquí y el ahora no es de Eckhart Tolle, sino que es cosa suya…así de osada soy. Disfruta del proceso completo. Desde la preparación de los equipos, la búsqueda de las mejores localizaciones para navegar, hasta llegar al ansiado instante en el que se sube a la tabla. A partir de ahí es él, el mar como mejor compañía y la mano del viento que le impulsa a una danza impecable.  En un momento de su vida se topa con una inoportuna lesión que manda sus momentos gloriosos al traste y abre la puerta a otros de reflexión e introspección que le acompañan a mirar con perspectiva la composición y poner las fichas del juego en el lugar que corresponden. Es un tipo capaz de plantarse ante los reveses con un capote y mucho arte y espetarle un aquí estoy yo a lo Manolete, salvo por la montera indescriptible, most sorry, que me perdonen los taurinos. Se remanga sin contemplaciones y a transformar lo que era su pasión en el mar por la misma pasión en tierra. Y para ello construye con sus propias manos, mucho internet y toneladas de tesón, un carrovela. Una suerte de artilugio desconocido para mí, que le lleva a surfear en tierra, explanadas de mar abierto. Lo que admiro es su capacidad para aceptar el plato que la vida le pone delante, su imaginación para aderezarlo con las especies que más le gustan, llenarlo de salsa y seguir disfrutando hasta el último bocado, con la misma intensidad.  Está claro que posibilidades hay muchas, mentes capaces de sobreponerse a los vientos desfavorables, quizá alguna menos. Eso es reinvención. Una persona energética y divertida que se come la vida a cada paso que da. Sigue leyendo