Ellos y mis corcheas

Creo que ya he dicho en alguna ocasión que observar desde la distancia a la gente que tengo a mi alrededor y a la que me voy encontrando por el camino es un pasatiempo que me enriquece y divierte a partes iguales. Y para estas líneas me vienen a la cabeza dos personas muy significativas para  mí.

La primera es un tipo muy cercano, entrañable, con alma de explorador, audaz, soñador y lo mejor de todo, libre de tontunas mentales. Su pasión particular el mar, una tabla y una vela. Sabe exprimir el presente como nadie. Me atrevería a decir que eso de vivir el aquí y el ahora no es de Eckhart Tolle, sino que es cosa suya…así de osada soy. Disfruta del proceso completo. Desde la preparación de los equipos, la búsqueda de las mejores localizaciones para navegar, hasta llegar al ansiado instante en el que se sube a la tabla. A partir de ahí es él, el mar como mejor compañía y la mano del viento que le impulsa a una danza impecable.  En un momento de su vida se topa con una inoportuna lesión que manda sus momentos gloriosos al traste y abre la puerta a otros de reflexión e introspección que le acompañan a mirar con perspectiva la composición y poner las fichas del juego en el lugar que corresponden. Es un tipo capaz de plantarse ante los reveses con un capote y mucho arte y espetarle un aquí estoy yo a lo Manolete, salvo por la montera indescriptible, most sorry, que me perdonen los taurinos. Se remanga sin contemplaciones y a transformar lo que era su pasión en el mar por la misma pasión en tierra. Y para ello construye con sus propias manos, mucho internet y toneladas de tesón, un carrovela. Una suerte de artilugio desconocido para mí, que le lleva a surfear en tierra, explanadas de mar abierto. Lo que admiro es su capacidad para aceptar el plato que la vida le pone delante, su imaginación para aderezarlo con las especies que más le gustan, llenarlo de salsa y seguir disfrutando hasta el último bocado, con la misma intensidad.  Está claro que posibilidades hay muchas, mentes capaces de sobreponerse a los vientos desfavorables, quizá alguna menos. Eso es reinvención. Una persona energética y divertida que se come la vida a cada paso que da. Sigue leyendo

Personas tesoro

Hoy me apetece mucho hablar de esas personas a las que acudimos cuando algo nos tiene la mente y el corazón encogidos. Cuando la preocupación es tan grande que ocupa casi todo el espacio del pensamiento y deja cerrada la puerta sin permitir que entre apenas nada. Y no solo la mente nos invade con su dale-que-te-pego  sino que además nuestro sentir lo notamos en un cuerpo a veces agitado y tenso, otras lastimero, sin fuerzas, otras… con una sensación general de angustia que nos priva de paz. Y esa paz es justamente lo que necesitamos para afrontar lo que nos ocupa. 

mujer-preocupada

Para encontrar esa paz que anhelamos disponemos de nuestro maletín de la alegría personal al que podemos acudir para buscar las herramientas que nos ayuden a salir del estado emocional en el que hemos decidido no continuar. Se trata de todo aquello a lo que hemos ido recurriendo en nuestra vida para Sigue leyendo