Hoy en el cole nos hemos enfrentado al asco, una emoción desagradable pero muy útil para proteger nuestra salud. Si no sintiéramos asco nos podríamos comer alimentos en mal estado, o nos acercaríamos, tocaríamos y nos expondríamos de forma peligrosa a excrementos, sudor, saliva, sangre y ciertos fluidos de nuestros compañeros, amigos o mascotas que pueden contagiarnos enfermedades.
Pero no todo lo que nos da asco tiene que ser nocivo para nosotros. A veces por desconocimiento o falta de costumbre, por similitud de aspecto o por creencias infundadas nos da asco y rechazamos el contacto con ciertas sustancias, objetos, animeales, alimentos o incluso personas. ¿Sabemos entonces lo que nos perdemos?
Hoy hemos aprendido a gestionar el asco, experimentamos y observamos nuestra reacción ante distintos estímulos y reflexionamos qué hacemos con lo que sentimos.
Tras oler, tocar, saborear…..toca analizar qué nos perdemos si lo rechazamos y qué ganamos si gestionamos nuestro asco.
Al final….no lo olvides, TÚ ELIGES!!!!